Bruselas ha anunciado el miércoles 12 de Junio que impondrá aranceles de más del 38% a los coches eléctricos de China que se importen a partir del próximo mes, siguiendo así los pasos que dio hace poco EEUU.
El arancel iría desde el 17,4 % al fabricante BYD, hasta el 38,1 % a SAIC, pasando por un 20 % a Geely, según explicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
China vendió 10.000 millones de euros en coches en la Unión Europea y duplicó su cuota (al 8%) en este mercado. Bruselas asegura que son «demasiado baratos» y que el gobierno chino subsidia su fabricación para ganar a los modelos europeos.
Alemania, Suecia o Hungría han mostrado una férrea oposición, ya que creen que Europa corre el riesgo de iniciar una costosa guerra comercial con China y que la acabarán pagando los consumidores. Sin embargo, los nuevos aranceles han sido defendidos por Francia y España, que creen que el dinero que pueden reportar a las arcas de la Unión Europea es más importante.
La Comisión Europea espera que los vehículos eléctricos chinos tengan una cuota de mercado del 15% en la UE el próximo año, dado que los precios suelen ser un 20% más bajos que los de los modelos fabricados en la UE. Precisamente Valdis Dombrovskis, comisario de Comercio de la UE, reconoció que los vehículos eléctricos eran cruciales para la transición verde, y lo dijo al anunciar el inicio de la mencionada investigación en octubre que ha derivado en la imposición de estos nuevos aranceles, avisando de que, en cualquier caso, «la competencia debe ser justa».
China ya ha anunciado que tomará represalias a la vez que está intentando presionar en varios países de la UE para que se opongan a los aranceles, que además se sumaban al 10% que ya se había establecido en el pasado.
Europa lo tendrá difícil en China. Según los fabricantes europeos, las consecuencias para sus ventas en China pueden ser drásticas. Temen que el gigante asiático pueda hasta bloquear su mercado. Las marcas europeas lograron un 6% de las ventas de coches eléctricos en China en 2022. Alemania, que exportó 216.299 coches a China en 2023, ya notó problemas: ese número representaba un 15% menos que el del año anterior.
Impacto en las importaciones. El Kiel Institute, una empresa de análisis de mercado, ha indicado en un estudio citado por FT que subir los aranceles un 20% a los coches eléctricos chinos tendrá un impacto claro en las importaciones: las reducirá un 25%.
Y sobre todo, coches más caros. En ese estudio estos analistas indicaban cómo «el descenso de las importaciones se compensaría en gran medida con un aumento de la producción dentro de la UE y un menor volumen de exportaciones de VE, lo que probablemente se traduciría en precios notablemente más altos para los consumidores finales»